jueves, 5 de marzo de 2015

La 50 sombras de Gray

 50 sombras de Grey:
No me avergüenzo pero sí me arrepiento. Me arrepiento de haber perdido mi tiempo en semejante vodrio; tal vez aguanté hasta al final para verle los vestidos a la protagonista, que eso sí, le quedaban “al pelo”. Qué les digo de esta película: lo único legítimamente perverso e interesante, es el ejercicio del sadismo reservado para el guapo millonario –aunque mi esposa, dice que yo me veo más guapo y le creo-; no obstante, todo el tiempo este pendejo se la pasa insistiéndole a la estudiante de literatura-ferretera –la protagonista- que le firme un contrato legal para ser excluido de la responsabilidad jurídica de sus eventuales actos de perversidad. Para colmo terminan justificando su perversidad por el abandono y la pobreza a la que se vio sometido en sus primeros años –casi lloro, pero de la rabia por la tontería-. La película da para bostezos múltiples; no sé porque el padrastro de la protagonista, Antonio Banderas, dice que le da vergüenza ver a su hija en dicha película. No es por mis años, pero muy de lejos creo que esta película pueda llegar a causar excitación, por la escenas que muy poco de buen erotismo evidencian. Los nudos que el tipo le hace a la vieja, los hago mejor yo que ni fui boy scout. Las actuaciones malísimas, sobre todo la del señor Gray que no convence ni poquito y fuera de eso cada vez que aparece sin camisa, parece lleno de barros como a la espera de que la novia se los “expiche” -¿quemaduras?-. La muchacha rebosa de falsa modestia toda la cinta, desde que le piensa devolver unos libros carísimos que Gray le dio como regalo, hasta un vehículo y demás regalos onerosos. La bobita esta, apenas le dieron unos fuetazos de verdad, ahí sí se agallinó y decide abandonar a su sueño; yo siendo este tipo le hubiera dicho: ¿y qué creyó?!!! ¿qué era charlando?!!! Si quieren ver perversidad de verdad les recomiendo el libro y la película “Saló o los 120 días de Sodoma” del Marqués de Sade, y la producción de Pier Paolo Passolini del mismo nombre.

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